Es mentira eso que contaban.
Los chicos no tienen más ganas de sexo que las chicas. Tampoco las chicas le damos tantas vueltas a la cabeza y los chicos no.
Se complican ellos mismos y acaban con relaciones (tranquilos, relación es una simple palabra, como una relación con un amigo; no implica para nada la palabra novia) por miedo al futuro.
Miedo, sienten mucho miedo. Prefieren no disfrutar para ahorrarse dolor luego. Pues ya que estamos, acaba con tu vida para no tener que sufrir más cosas. No saben que se desconoce qué les puede deparar el mañana. Quizás mañana todo vaya a mejor o no. Disfruta de la vida ahora que estás bien.
Nunca llegaron a la lección de carpe diem. Que tampoco es que sea yo una loca, pero sigo sin entender por qué acabar algo que está bien, por miedo al futuro. Sí, he sido la primera que ha sufrido, y mucho, con alguna relación que al final no llegó a nada, pero prefiero haber estado con él (a su manera), que no haber tenido nada.
Esta generación se notará en par de años porque seremos pocos los que quedemos en España, y porque estaremos solteros. Mujeres compartiendo pisos entre amigas, con gatos y perros, y hombres compartiendo piso entre ellos. Todo porque cuando empezaron a entrar en la juventud alguien les hizo daño. No me jodas, eso nos ha pasado a todos, de una manera o de otra. Y otros hemos tenido cáncer y aquí estamos. No me vengan con dramas.
En fin, lo de siempre, como cuando sales, bebes mucho y al día siguiente dices: nunca más vuelvo a beber.
Nunca más vuelvo a pasar por lo mismo…
Nunca más vuelvo a pasar por lo mismo…